Cuando un Amigo Espiritual Desaparece: Una Historia Personal de Amistad Y Pérdida

¿Dónde empiezo?

El mes pasado estuve ausente de publicar porque pasé por una experiencia que me dejó en shock de un día para otro. Un buen amigo que conocí hace cuatro años, con quien más tarde establecí una conexión en un nivel que no había tenido con nadie más en este camino espiritual, decidió retirarse de mi y de todo lo que habíamos planeado y hecho. Me quedé con la sensación de haber hecho algo mal ¿No estoy seguro qué pasó, pero íbamos tan bien! Teníamos muchos planes y cosas que habíamos comenzado. Lamentablemente, no siempre sabemos lo que pasa por la cabeza de alguien más.

Imagina tener a ese amigo, tu hermano espiritual, alguien con quien has compartido momentos profundos de descubrimientos significativos. Pero de repente, sin previo aviso, ese amigo desaparece sin dejar rastro. Entonces, ¿qué haces a ahora? ¿A donde vas? ¿Cómo afecta esto tu viaje espiritual?

Como mencioné anteriormente, nos conocimos hace cuatro años, pero fue el año pasado cuando él apareció en mi cumpleaños (sin saber que era mi cumpleaños) y comenzamos a hablar y ponernos al tanto sobre lo que habíamos estado haciendo. Fue entonces cuando me abrí a él y le conté lo que había estado experimentando durante el último año más o menos. Le dije que estaba pasando por un profundo despertar espiritual y que estaba tratando de darle sentido a todo. Fue en este momento cuando comenzó nuestro viaje como amigos.

El universo nos estaba uniendo en el momento correcto, en el momento preciso, para que pudiéramos ayudarnos uno a otro en este camino. Por primera vez en un año, alguien me entendió. Alguien lo consiguió. Hasta ese momento sentía que me estaba volviendo loco, pero ya no, alguien más entendió por lo que estaba pasando.

A partir de ese momento, nuestros lazos se fortalecieron. No solo me abrí con él, sino que también le abrí las puertas de mi casa. Fue bienvenido a mi vida por completo. Pasamos horas y horas en mi sala hablando de todo. De la realidad y de nuestro lugar en ella, extraterrestres, teorías científicas; compartíamos libros, TikToks, y nos recomendábamos documentales. Hablábamos sobre nuestras meditaciones y cómo nuestras perspectivas estaban cambiando cada vez más. Comenzamos a hacer planes para asistir a retiros espirituales juntos y explorar diferentes prácticas espirituales. Nuestra amistad se convirtió en un faro de apoyo mutuo en este vasto océano de despertar espiritual.

Empezamos a vivir cosas que nos dejaban asombrados. Parecía que estábamos conectados por hilos invisibles y el universo estaba guiándonos en la misma dirección. Era como si el destino nos hubiera reunido para ayudarnos a descubrir nuestra verdad y propósito más profundos.

Sin embargo, como suele suceder, la vida tiene sus giros y vueltas inesperados. De la misma manera en que nos cruzamos en ese cumpleaños y comenzamos nuestra conexión espiritual, un día, sin previo aviso, las cosas cambiaron.

Después de meses de una estrecha amistad, de repente dejó de responder a mis mensajes y llamadas. Mi mente se llenó de preguntas, buscando respuestas que no podía encontrar. ¿Qué había pasado? ¿Había hecho algo mal? ¿Había dicho algo que lo ofendió? La incertidumbre se aferró a mí como una sombra persistente.

Traté de darle espacio y tiempo, pensando que tal vez estaba pasando por algo personal y necesitaba su espacio. Pero los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses, y aún no había señales de su regreso. Me sentía super confundido.

En el viaje espiritual, a menudo se nos enseña a soltar y dejar ir, a confiar en el proceso y que todo sucede por una razón. Pero cuando se trata de una amistad que parecía destinada a durar, dejar ir se vuelve una lección dolorosa de aprender.

Sin embargo, también reconozco que cada persona tiene su propio viaje y sus propios desafíos. Tal vez él también está experimentando su propia transformación y crecimiento, y necesita tiempo y espacio para descubrir su camino.

Aunque extraño nuestra amistand y nuestras profundas conversaciones, entiendo que algunas amistades son temporales, y que los encuentros significativos pueden tener una duración distinta a lo que esperamos. A pesar de el silencio, siento gratitud por los momentos compartidos y la magia que experimentamos juntos.

Así es la vida, llena de misterio y cambios inesperados. Pero en cada giro, cada experiencia, encuentro una oportunidad para aprender y crecer. A través de este episodio, he aprendido a valorar aún más las conexiones espirituales que comparto con otros y a abrazar la incertidumbre con amor y aceptación.

En el viaje espiritual, aprendemos que cada experiencia nos lleva a un mayor nivel de comprensión y sabiduría. Y aunque no sé qué depara el futuro, confío en que el universo tiene un plan más grande para cada uno de nosotros, y que cada capítulo, por más difícil que sea, es una parte esencial de nuestro crecimiento y evolución espiritual. Así que, por ahora, sigo adelante con el corazón abierto, listo para recibir lo que el universo tiene reservado para mí en este viaje de despertar espiritual.

Espero que encuentres tu camino amigo, donde quiera que estés.

¿Te ha pasado algo similar? ¿Cómo reaccionaste?

2 thoughts on “Cuando un Amigo Espiritual Desaparece: Una Historia Personal de Amistad Y Pérdida”

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *